miércoles, 25 de mayo de 2011

LOS 10.000 DEL SOPLAO BTT 2011


21 de mayo 2011, 7 días después del Ironcat (mi primer Ironman), y estamos en Cantabria para los 10.000 del Soplao en BTT.

A priori ya sabía que era arriesgado y muy justo entre competiciones, soy el primero que piensa que el descanso es necesario y que el desgaste en pruebas tan largas es brutal, mucho más de lo que nos parece, que al tercer día ya no duelan las piernas no quiere decir que estemos recuperados, hemos dejado el cuerpo bajo mínimos y eso tarda es restablecerse.

Pero así caían las fechas, Judith va a correr la ultramaratón y lo tiene como primer objetivo del año, allí también nos vamos a juntar con Samuel y Lidia, así que yo me inscribí en la prueba de BTT por segundo año, “si hay que ir se va, pero ir pa na es tontería…”, no???. Para que nos vamos a engañar, que nos va la marcha más que a un tonto un lápiz.

El Ironcat me dejó más tocado mental y moralmente que en lo físico, problemas musculares des del inicio de la prueba la convirtieron en una lucha para acabar pero sin poder exprimir lo que creo había acumulado en tantas semanas de entrenamiento. La días han ido pasando y en mi resaca post triatletica ni un minuto de ejercicio, ni de estiramientos, ni pensar en la recuperación, ni vigilar lo más mínimo la alimentación, la verdad es que un poco bajito de ánimos y moral más que motivado e ilusionado ante los 10.000 del Soplao. Llegó la hora de ir hacia Cantabria y metí la bici en el coche pero aún sin saber qué iba a hacer.

Viernes, Cabezón de la Sal, ambientillo, dorsales, vallado de meta preparado, comida de ultramaratonianos con Judith, Lidia, Samuel y Sergi, todos buscando pasta y al final qué mejor sitio que un italiano, bien, así yo me puedo comer una pizza!!!, seguimos en la línea de los últimos días… Pese al relativo “pasotismo” ante la prueba, finalmente decido que saldré y que llegaré hasta dónde pueda, hay varias escapatorias, si tengo que coger una pues no pasa nada.

Por la noche sale Judith en la ultra, cuántos nervios y cuánta ilusión, seguro que le irá muy bien, lo que me gustaría de verdad es estar con ella y recorrer esos 125 KM juntos, pero si la prueba de BTT ya me parece excesiva a 7 días post Ironcat, el ultra sería un suicidio y más que una ayuda sería un lastre para ella.

Sábado 7:15 AM, ya estoy en el cajón de salida, el año pasado tardé más de 15 minutos en pasar bajo el arco y este año no quiero que me pase lo mismo, estoy bastante mejor situado. Larga espera y por fin a las 8:00 empieza la fiesta.

Pues ahí vamos, a ver qué pasa, salir bastante más adelante se nota: mejor ritmo, menos aglomeraciones, menos riesgo, mucho mejor en definitiva. Conozco el recorrido así que voy haciendo tranquilamente.

Las sensaciones son buenas, a ver hasta cuándo llega la gasolina. Primeros repechos, primera bajada, rápido y sin problemas, la Flash va como un tiro, increíble como rueda y como absorbe en bajadas, pasarme al lado oscuro del carbono y bici rígida ha sido de lo mejor que he hecho.

Llegamos a La Cocina, subidón por pista muy rota, aglomeración de ciclistas a pie, empiezo a subir pedaleando pero a los pocos metros delante se hace un barullo entre uno que pierde la trazada y tracción y otros que van andando, así que pie a tierra y a seguir pateando, aquí con este gentío es imposible arrancar. En cuanto puedo vuelvo a montar y a seguir para arriba, hacia El Soplao, llego a la subida en Zs, la han arreglado, es una pista ancha y lisa. 

Soplao, un puerto menos, relleno bidones y para abajo. Recuerdo del año pasado que aquí llegué ya fastidiado, problemas musculares y de deshidratación, ya haré una reflexión otro día pero parece que esa mi cruz: la primera vez, siempre que afronto un reto grande primera vez sufro de lo mismo, igual que la semana pasada en l’Ampolla.

El año pasado aquí llegué ya tocado pensando que en la bajada recuperaría, pero la bajada no hizo más que rematarme, me cargué mucho de manos, brazos y cervicales, se me hizo eterna, este año esquivando ciclistas no es más que un suspiro, llego abajo y pienso “no puede ser, ya está??”.

Tramo de carretera, busco un grupo y cojo rueda, vamos bastante bien. El cuerpo sigue respondiendo, las piernas no se quejan, cervicales, brazos, todo bien. Pulso alto pero sin problemas, respiración controlada, venía, y sigo con la misma idea, sin ganas de sufrir en exceso, pero si todo va bien no voy a cortarme yo mismo las alas!!!.

Llegamos a Monte AA, el primer tramo es duro, muy duro, los ánimos de la gente ayudan a superarlo, cabr….!!! no se pondrán en el llano, no, tienen que estar en el repecho más duro!!. Ahora recuerdo por qué estoy aquí, por toda esta gente que te hace sentir un héroe, en cada pueblo, en las cunetas, en pleno monte, gente mayor, niños, familias, impresionante la gente de estas tierras te llevan en volandas durante estas largas horas de BTT. Monte AA superado y larga bajada para disfrutar.

Tras unos kilómetros de llaneo llego al KM 66, el inicio de la subida al Moral. Empiezo a subir, como hasta ahora a ritmo muy tranquilo, sin forzar, tengo un punto en el glúteo izquierdo que ya me avisó en el Ironcat pero está controlado. Ni rastro de calambres ni contracturas. Subiendo me pasan uno tras otro infinidad de ciclistas, subir no es lo mío pero si además me lo tomo con calma pues ya es ritmo caracol total. 

Me cruzo con ultras que van bajando, les animo, no les queda nada ya!!!!. Misión cumplida, Moral coronado, a bajar, me lo tomo con más calma ya que debería cruzarme con Judith por aquí. Casi al final de la bajada me la encuentro, que alegría!!!!. Está bien, va on time y está bastante entera teniendo en cuenta que lleva toda la noche en marcha y más de 80 KM en las piernas.

Al llegar abajo me cruzo con los primeros, ellos ya suben, en menos de 2 horitas están en meta.

El año pasado sufrí un mal día, al igual que este año llegué con pocos kilómetros de BTT pero con bastantes más que esta temporada en carretera, y en cambio hoy voy 2 horas por delante de la pasada edición, en fin, mi síndrome de las primeras veces, era la primera vez que pasaba de 50 KM en BTT.
 
A por el siguiente puerto, lo mismo, subir tranquilo, Fuentes no es largo, es eterno, por fin veo la cruz, a bajar. Este tramo es nuevo y es precioso, me gusta mucho y la bajada es muy rápida. Una subida y avituallamiento.

Aquí el tramo que menos recordaba y que se me hace pesado, varios toboganes que no acaban nunca hasta coger la larga bajada a los Tojos. Bajada espectacular, también solo, curvas divertidísimas. Último tramo de asfalto, a lo que de la Flash!!!!

Un Soplao con calma, subiendo tranquilo tirando a lento, y disfrutando en las bajadas, a veces te da por pensar “pavernos matao!!!”, pero por suerte es un segundo y sigues bajando anestesiando la neurona disfrutando como un enano. 55 KM/hora en las pistas y un tope según el Garmin de 65 KM/hora en la carretera de Los Tojos.

Último Moral, último puerto y bajada hasta meta. El cuerpo sigue respondiendo, sólo un ligero amago de contractura en vasto interno de pierna izquierda y nada más. Fuerzas intactas y todo relativamente bien para llevar más de 130 KM: piernas, posaderas, cervicales, etc…….

Bueno, Moral, sus 2 repechitos más y a bajar, fuerzo un poco para ver si llego sub 11 horas. Asfalto, hacemos una grupeta de 4, damos relevos, fuerte, fuerte, uno de los 4 dice que no puede entrar a relevos, se descuelga otro, nos quedamos solo 3 y nos turnamos uno del club de Cabezón y yo, vamos con todo y apretando los dientes pasando a otras grupetas y recibiendo los ánimos de toda la gente que hay por la carretera. 

Meta, impresionante, es un pasillo de público aplaudiendo y gritando. Al final 11:02:58 según mi Garmin, a puertas del sub 11h!!!. Casi 2 horas mejor que el año pasado, igualmente sin entrenamiento específico de BTT y con un Ironman entre pecho y espalda 7 días antes. 

Acabar ya es más de lo que me esperaba esta mañana, hacerlo con buenas sensaciones y disfrutando era inimaginable, contentísimo y muy satisfecho, me he quitado dos espinitas, la del año pasado y la de la semana pasada. 

Un rato con Samuel y Lidia que han acabado muy bien también sus pruebas, Samuel con un gran tiempo y sexto en la ultra, y Lidia segunda en la maratón, están hechos unos campeones!!!. Localizo a Judith y a buscarla que me voy.

Aún me quedan fuerzas para hacer unos kilómetros más y subir una buena cuesta para poder acompañarla en su tramo final. 

Espero, no llega, me llama, se ha perdido!!!. En ese momento pasa un coche de la organización y empieza la operación rescate. Cuesta pero al final la localizan y todo solucionado. Ya la tengo a mi lado, trotando como una campeona sus últimos KM.

Son impresionantes los ánimos de la gente, la miran, fruncen el ceño agudizando la vista para ver su dorsal de color verde que pone Ultramaraton y entonces estallan en ánimos y gritos, es verdaderamente emocionante.
Entra en meta, disfruta de su momento que se lo ha ganado. Ya estamos todos, cada uno con su objetivo cumplido y disfrutado.

Entrega de trofeos, las campeonas suben al pódium, es que la parte femenina del EusKat es la que más vale.
Pizza, cama, chuletón y planes de futuro, gran fin de semana!!!

Larga vida a los 10.000 del Soplao.

1 comentario:

Rafa Bethencourt dijo...

joder, vaya dos espartanos los tuyos...y los de juduth tb!!! emocionante y emotiva la entrada, sin duda cuando explicas tus ultras me emociono, me pongo celoso y me arrodillo ante tanto esfuerzo y sacrificio!!! podre ser capaz algun dia de hacer algo asi??? ojala...celoso de envidia pero contento de admiracion, mi mas humilde enhorabuena a ambos dos!!!