¿CANSADO?

Dos semanitas después del Westweg y no hemos escrito nada, y es que poco hay que contar.

Judith está muy bien, muy, muy bien. Fuerte y motivada y corriendo a muy buenos ritmos. Ya lo vi en la Selva Negra, es impresionante lo que ha mejorado de un tiempo para aquí, no hace falta más que recordar lo bien que le fue en Los 10.000 del Soplao. Acumula una carga importante entre el ultra cántabro y el paseíto por la Selva Negra, ha de mimar mucho sus piernas que de vez en cuando lanzan alguna señal de queja en forma de dolorcillos y molestias varias.

Yo en cambio estoy en horas bajas, bastante bajas. No sé qué pasa pero no tiro. Después del Ironcat tuve un bajón motivacional, pero ahora ya es más físico. Reconozco que el Ironcat me dejó la moral tocada, fueron muchas semanas de entrenamientos, semanas de muchas horas, de madrugones y de largos entrenos. El día de la prueba las sensaciones no acompañaron y no pude disfrutar de todo ese trabajo realizado. Me quedó una sensación muy extraña. 

Y no es por la marca ni el resultado, no es eso aunque estoy seguro que estaba para hacerlo bastante mejor, pero eso entra en el campo de lo hipotético. La realidad fue que ese día por el motivo que fuera el cuerpo no respondió, la musculatura de las piernas se me acalambró des de casi el inicio, incluso sin tiempo para que aparecieran la deshidratación ni la fatiga, convirtiendo lo que tenía que ser un día de fiesta y disfrute (con su adecuada dosis de esfuerzo y “sufrimiento”) en un calvario.  Me he planteado si lo más adecuado fue terminar o mejor hubiera sido retirarse. No lo tengo nada claro, la sensación que te queda no es buena, no en este caso, pesa más el “tanto entreno, tanto trabajo, tantos esfuerzos para esto???”.

Es un tema muy personal y que igual no consigo ni expresarlo bien, pero he sufrido muchas veces en carrera, he luchado muchas veces para ser finisher de una prueba, siempre para ir un poquito más allá, para superar momentos duros, pájaras y demás, pero esto fue diferente, no se trataba de sacar fuerzas, no se trataba de tirar de cabeza, no, ese día el cuerpo realmente no estaba en condiciones y fueron demasiadas horas negando la evidencia.

Por suerte se saldó con la moral baja pero sin lesiones, y hemos enlazado Los 10.000 del Soplao y sus 11 horas sobre la BTT, y los 300 KM del Westeg. 23 días, 2 pruebas de larga distancia y 50 horas de trote en 8 etapas. Por el medio, nada bien hecho, ni un minuto dedicado a la recuperación y la alimentación mejor ni la comento.

En esta primera mitad del año ha habido 2 periodos largos e intensos de preparación para 2 pruebas que me hacían especial ilusión: Marató de Barcelona y el Ironcat. Supongo que sumado al remate del Soplao y de la Selva Negra es posible que el cuerpo esté pidiendo un poco de descanso y recuperación.

Así que superado ya el “revés” del Ironcat estos últimos días me noto un cansancio físico considerable y apatía por entrenar. Hemos ido haciendo cosillas, parado no he estado, pero todo a medio gas y con malas sensaciones. Seguro que el calor que nos ha venido de repente tampoco favorece.

Pues así andamos, o mejor dicho no andamos. Me doy una última oportunidad en el Ultratrail del Sobrarbe de este fin de semana, si allí veo que el cuerpo sigue sin responder tendremos que mirar bien el tema (analítica, descanso, etc….). Me apetece mucho la carrera pero me veo muy lejos de las sensaciones de la CCC o Cavalls del Vent del año pasado.

Camino del Ultra Mitic de Andorra y sin hacer nada bueno entrenando cuando tenía que estar acumulando metros y metros de desnivel para superar esa locura de más de 9.000 metros positivos en 111 KM.  Ahora mismo lo mejor es llegar al 100%, de lo que tenga pero al 100%, mejor que al 60% de mucho.

A ver cómo nos va el sábado por tierras aragonesas…..