domingo, 21 de marzo de 2010

XIX TERRES DE VI I CAVA

Bautismo cicloturista con mi primera participación en una Marxa, la elección es la prueba inaugural del calendario de Larga Distancia Catalán (no estaba impaciente por debutar, la inaugural….) la Terres de Vi i Cava.

A las 7:30 estoy aparcando en la zona deportiva de Vilafranca del Penedes, el parking es un hervidero, y es que son prácticamente 700 los inscritos. Lo primero que me queda claro es que de cicloturista tiene el nombre, lo que hay allí son ciclistas y puras bicis de ciclismo (vaya pepinos!!!). Gente muy en forma y material de primer orden. Recojo el dorsal y me preparo.

Allí estoy yo, con mi querida Trek Madone 5.2 y el uniforme de los Cervelo Cycling Pro Team, a falta de estrenarlo con todo el grupo (Isma, Juanmi y compañía), hoy he decidido defender sus colores.

Con bastante retraso y tras una larga espera en la salida a cola de pelotón, por fin nos ponemos en movimiento.

Primeros kilómetros con el gran grupo, salimos de Vilafranca, plano, falsos llanos, algún repecho que baja, voy buscando mi ritmo y remontando posiciones dentro del pelotón, buscando un buen grupo al que acoplarme. Llegamos a la primeras subidas más pronunciadas, son suaves, o por el estado de euforia de la ocasión me lo parecen, hasta Font Rubí a plato, las piernas bien, las pulsaciones bien y las sensaciones también, así que aunque tengo la impresión de que se ha ido muy rápido no me preocupo.

Larga bajada, el grupo se ha roto y estirado en la subida y cada uno va como puede o le gusta, unos más rápido otros menos, como siempre ya sea a pie o en bici, bajo bien y no paro de pasar gente. En una larga recta ya en suave descenso veo un buen grupo a lo lejos, hay que pillarlos ya que la opción de quedarse sólo no es buena, toca calentón para darles caza y acoplarme a ellos, contacto con la fila y ya tranquilo me pongo a cola de grupo.

Poco a poco vamos cogiendo corredores y van entrando alguno más por atrás, formamos un numeroso pelotón y rodamos muchos kilómetros por estrechas carreteras rodeadas de viñas a muy buen ritmo. Ha sido lo mejor del día, estos más de 30 KM en pelotón, qué cómodo se va. Es una extraña sensación, vas muy cómodo, con poco esfuerzo, con la tentación de irte para adelante, de que puedes rodar bastante más rápido, pero no, te quedas ahí protegido esperando hasta la siguiente dificultad del día en forma de puerto de montaña.

Así llegamos hasta el inicio del segundo puerto de la jornada Alt de les Ventoses y Montmell. Aquí tal como hablan dos que llevo al lado: “ahora ya marica el último, a lo que puedas”. El grupo se rompe, la subida pone a cada uno en su lugar. Yo me la tomo con cierta calma, sin pasar de las 170 pulsaciones, y es que aún estamos en el KM 50 de la jornada y todavía nos queda el gran puerto del día.

Poco a poco corono el Alt de les Ventoses, en el avituallamiento cojo una lata de Aquarius, sin pararme me la bebo en unos pocos tragos y afronto la bajada. Esta vez es corta, vuelvo a rebasar bastantes participantes, llegamos a una zona de falsos llanos y tendencia hacia arriba para llegar a Montmell. Vuelta a bajar, voy sólo, al final aflojo un poco y me coge un grupo, me engancho y tiramos hasta el inicio del siguiente puerto. Ya no sé si quedan grandes grupos, me parece que todo se ha roto y estirado mucho con muchos cortes.

Somos un grupo pequeños, no más de 15, pero entre los 4 o 5 cabeza siempre hay alguien para tirar, incluido yo, momentos que me sirven para reafirmarme en el comentario de que protegido a cola de pelotón se va mucho mejor. Zona exigente, con muchos repechos en los que no se quita el plato, nos ponemos de pie sobre los pedales y a apretar piernas que toca. Ha sido un tramo duro, pasamos el ecuador de la Marxa y se empieza a notar. He comido y bebido bien, así que por eso no será.

Última subida del día, sin contar el repechón final antes de Fon Rubi, llega la subida buena. Superado esto ya tendremos la marxa en el saco. El grupo con el que voy vuelve a romperse y me vuelvo a quedar más bien rezagado. Me van pasando y voy pasando ciclistas, no tengo ni idea de cómo voy, ¿delante?, ¿en el medio?, ¿detrás? . Imposible saberlo.

Llego al Coll de la Torreta, primer punto de la subida, además allí está el avituallamiento. Esta vez paro, tras algo más de 3 horas me bajo de la bici para una parada técnica. Brevísima pausa y a seguir. Primero una bajada y vuelta a subir para llegar hasta el Alt de la Llacuna. Ahora voy muy bien, me siento muy fuerte y subo fuerte, voy recogiendo muchos cadáveres, mucha gente pinchada, claramente he dosificado bien y ahora estoy disfrutando. Nos incorporamos a una carretera dejando atrás un bonito camino rural asfaltado, reconozco el sitio, estoy en La Llacuna!!!! ya????, SIIIII!!!!!!.

A bajar, lo cargo todo, muevo el 50-11 con todas mis fuerzas, veo un grupo muy a lo lejos y me propongo llegar a ellos, estoy eufórico, para asegurarme miro el paisaje, sí, sí, si el mar está allí es que estoy bajando, se acabó, vuelta a Vilafranca, hay que superar el piquito que marca el perfil en Font Rubí y se acabó.

Me cuesta muchos minutos contactar con los 5 ciclistas, una vez llego a ellos me da la sensación que van lentos, se han desorganizado un poco, lo que desde atrás era una ordenada y veloz fila ahora se ha desmontado, así que sigo para adelante, engancho otro grupo y me quedo con ellos. Llegamos a un giro en que nos desvían a Fon Rubi, la indicación marca 2 KM, al menos la subida es corta, son sólo 2 KM.

El grupo vuelve a romperse y me vuelvo a descolgar con la tranquilidad de cogerlos en la bajada. La cagué, llego arriba, me sacan sólo 30 segundos pero esta vez ellos van claramente más fuertes. Ha sido por tonto, tenía piernas para seguir su ritmo pero he preferido subir con más calma, tenía que haberlo dado todo para seguirles y así afrontar una cómoda bajada en grupo.

Por despistarme y confiarme me toca chuparme los últimos 20 kilómetros sólo. En bajada pero con viento y algún repechillo. Miro para atrás pero sólo viene un ciclista, no acaba de cogerme, sigo sólo, lo que daría por un grupo…. Voy con ganas y fuerte porque veo posible bajar de 5 horas, pero se está haciendo duro, de repente a falta de 3 KM para meta escucho el inconfundible zumbido de una llantas de perfil alto rodando a gran velocidad, me pasa uno, dos, tres, un grupo de 10 unidades, hay que coger ese tren como sea!!!. Lo consigo, voy a cola, aguanto bien, entramos en Vilafranca, estos se creen que están disputando la victoria de etapa, tras cada frenazo por un giro, banda sonora o rotonda, se produce una violenta arrancada, ahí aguanto y jugando a ser ciclista por unos minutos.Casi, casi disputamos la llegada al sprint.

Finalmente 140 KM y 1.650 metros de ascenso según el Garmin, a una media de 28,2 KM/hora y 159 pulsaciones por minuto con picos de 63,4 KM/hora y 187 pulsaciones. Muy satisfecho y muy entero. Ahora a por la siguiente, Rutes del Montseny, creo que le he cogido el puntillo a esto del cicloturismo!!!.

Tras avituallarme y meterlo todo en el coche hablo con Judith, ella también ha tenido una buena mañana, sigue en su línea de mejorar registros. Hoy le tocaba tirada larga: 30 KM mejorando el ritmo medio en 15 segundos por KM, a rodado suave a 158 pulsaciones a media de 6:15 para un recorrido con 340 metros de ascenso, mejor y mejor cada día.

Unos buenos macarrones y a descansar que nos lo hemos ganado.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

te queda muy bien la equipacion de ciclista.
gracias por vuestro comentariso
estamos preparando el Aneto.
ya hablaremos
un abrazo para los dos

Roberto

issola dijo...

Enhorabuena para este immejorable bautizo. La hazaña de hoy augura un futuro próximo de innumerables buenos entrenos. Felicidades y a disfrutar que te lo has merecido. Un abrazo.Isma.

Juanmi Moreno dijo...

Muchas felicidades y una crónica muy buena. Parecía que estaba yo rodando por esas carreteras... La equipación te queda de coña. A ver si podemos hacer pronto el bautismo del CCPT.
Un abrazo. Juanmi