jueves, 23 de diciembre de 2010

LAMIENDO LAS HERIDAS.

Seguimos aquí aunque hace días que no escribimos, y es que vamos de culo, y cuando por fin conseguimos caernos en el sofà, de lo único que tenemos ganas es de descansar y desconectar un poco.

Judith sigue peleándose con la velocidad, por su puesto gana ella por goleada, cada vez series más rápidas y mejores sensaciones. El domingo lo pondrá en práctica en la San Silvestre de El Masnou, que este año se queda en 5 KM ideales para exprimirse.

El 3 de enero está a la vuelta de la esquina, es el día en que se acaba el periodo de reintroducción a los entrenamientos y acondicionamiento general para empezar a tope las 9 semanas que tendremos para preparar la Marató de Barcelona del 6 de marzo.

Judith ha hecho un buen trabajo y llegará a punto para afrontar el duro plan previsto, a partir de entonces el mismo plan la irá haciendo evolucionar, pero el punto de partida es bueno.

Yo sigo cuidando a mi nuevo compañero de batallas, mi reciente Leónidas, se puede decir que son 4 horas largas de dolor y 15 días de mimos y cuidados para compartir una placentera vida juntos, así que en eso estamos, aún así he trotado algo un par de días, pero poca cosa.

El domingo en Masnou testearemos el estado de forma y el punto de inicio del plan de maratón para fijar ritmos de series y demás.

El fin de semana pasado nos acercamos a Can Dragó para ver las 24 hores d’Atletisme de Corredors.cat , jornada festiva y muy bien organizada con infinidad de pruebas, donde la reina es la de 24 horas en pista. Sí, sí, 24 horas en pista, sencillo: dar vueltas, el que da más gana. Participantes por encima de los 200 KM en 24 horas, y ciento largos, impresionante.

Samuel y Lidia, la parta vasca del Euscat, participaron en la modalidad de pareja (mientras uno corre el otro descansa), quedando en segunda posición con 230 kilómetros recorridos. Se dice pronto, parece que como descansas pues no es tan complicado, pero al final cada uno se cascó 12 horas corriendo y más de 100 KM dando vueltas como un hámster. Y esto a principio de temporada y habiendo corrido la semana anterior el Maratón de Castellón.

Cada vez que veo una prueba así me animo y me digo que el año que viene la hago, luego me puede más el miedo y la pereza. Miedo a una posible lesión por lo monótono del paso y pereza por lo duro que debe ser, y es que ha de ser duro de cojo….. , pero ya se sabe, cuanto más duro mayor la recompensa y satisfacción al superar el reto.

Judith ya tiene una primera experiencia en las 6 horas de Calella del año pasado, recorriendo 54 kilometros zancada tras zancada sin dejar de correr 1 minuto, y le gustó!!!

En fin, a día de hoy digo: hay que hacerle un hueco a una experiencia así el año que viene, durante el año ya veremos.

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