martes, 8 de febrero de 2011

MENS SANA IN CORPORE SANO

Recta final de la planificación: cansancio, piernas doloridas y algunos entrenos exigentes aún por delante.

Cuerpo y mente han de centrarse en el objetivo. Para afinar la preparación y vivir estas 4 semanas que quedan en clave Maratón he empezado a releer el libro ¡Filípides Existe!, donde se descubren los secretos de la preparación de los atletas de élite. Lectura muy recomendable, lleno de conceptos pero también de datos y anécdotas muy interesantes sobre los 42,195 KM y sobre los esfuerzos y sacrificios necesarios para completar la distancia a ritmos cercanos a 3:00 el mil, impensable e inimaginable forma de vivir para el común de los mortales (ese que piensa que el futbolista es un súper atleta de vida entregada al deporte).

Una vez cultivada la mente, en cuanto a lo físico el tren no para. Lunes y martes de transiciones. Ayer salida corta con la flaca, ida y vuelta a Castellar trabajando más la cabeza que las piernas, des de que di con mis huesos en el asfalto en aquella húmeda carretera cerca de Martorell, que cada curva la afronto con auténtico pánico. Esperemos que con el paso de los kilómetros y unas cubiertas nuevas volvamos a recuperar la confianza. Transición y 5 KM de run suave, tranquilo pero sumando 1h20 más al contador de entrenos, y un entreno más de triatleta cara al Ironcat.

El trio de pedales que estoy manejando últimamente se nota y aporta aspectos positivos. Se aprecian al 100% las diferencias entre cada montura, entre cada estilo. La fixie me ha dado una sensibilidad de pedaleo espectacular, ahí no se pierde nada ni hay ningún juego, como resultado aprecio las imperfecciones en el pedaleo con la bici de carretera que antes no percibía, los puntos muertos y demás. Al subirme a la BTT parece que lo hago en una moto de enduro. El ancho manillar comparado con el de carretera, y no digamos con el minimalista de la fixie, las ruedas que me parecen de camión, y la amortiguación que siento al 100% en cada pequeña imperfección del terreno. Seguro que todo este abanico de nuevas sensaciones y percepciones, este agudizar de los sentidos sobre el sillín, también debe tener sus implicaciones positivas en cuanto a técnica y eficacia de pedaleo.

Hoy ruedas gordas y trialeras, vuelta a las subidas imposibles y las bajadas de vértigo. 2 horas de BTT y transición a run acompañando a Judith en sus series. Otro entreno de transición con 8 KM de run.

Por fin parece que Judith recupera las buenas sensaciones y el virus que la ha tenido debilitada se aleja dejando paso otra vez a los ritmos y pulsaciones controladas. Ayer completó un rodaje de 1h20 con las piernas como nuevas. Hoy un 3x2.000, retomando la calidad pero con prudencia, el cuerpo no se pone al 100% de la noche a la mañana. Y entre una cosa y otra van 3 semanas de poco volumen y nula intensidad, así que poco a poco resituando y refrescando sensaciones en las piernas.

Con la carga de los últimos días seguro que mañana me tocará apretar los dientes en mi 5.000-4.000-3.000, pero ya me lo recordaba Pepe “hay que cuidar los entrenos cruzados” o era que “hay que tener cuidado con los entrenos cruzados”. Sea como fuere, añadir más leña a un plan que por sí mismo ya arde mucho, es siempre una apuesta arriesgada.

1 comentario:

Rafa Bethencourt dijo...

vas aumentando el saco, estas haciendo bici, vas perdiendo peso, te encuentras bien y motivado, y buscas motivacion en libros-entrenos cruzados y Judith....que mas quieres!!!! estas que te sales!!! ejejeje
recuerda, cubiertas pica-piedra!!!