viernes, 20 de marzo de 2009

100 KM SAHARA 4a ETAPA

Jueves, último día. Tras el esfuerzo de ayer, la buena carrera realizada y los puestos ganados en la clasificación, me gustaría rematar la faena y volver a hacer una buena etapa, pero sé que los esfuerzos se pagan y que lo difícil va a ser mantener la posición. Ayer ya iba forzado en las subidas y en la arena blanda, con dolores musculares en la parte superior de la pierna izquierda, en la cadera. Supongo que con tanta arena debo haber modificado la pisada y la zancada, tengo doloridos cuadriceps y sobre todo la cadera, pero de rodillas para abajo estoy como si no hubiera corrido. Judith se levanta bien, superada la etapa de ayer y recuperada del gran esfuerzo, hoy se decide a ir más tranquila.

En principio hoy tocan 21KM pero la organización nos sorprende recuperando los que nos ahorró ayer, por lo que al final nos enfrentamos a algo más de 23KM. La buena noticia es que se puede correr bastante bien durante los primeros 18KM, pista dura con sólo algunas zonas con arena. Los últimos 5 KM son de arena blanda, con el ascenso a las ruinas de una antigua fortaleza y una zona de dunas antes de la llegada.

Hoy, al ser el último día me decido a salir con los guetres. Hasta hoy no me he atrevido, y mira que motivos tenía ya que estoy de sacar arena de las bambas hasta las hue…. La cuestión es que no he podido probar bien las bambas con el velcro cosido para enganchar el guetre, pero por lo poco que las he usado tengo la sensación que provocan un roce a la altura del dedo pequeño del pie y que me hará herida. Hoy ya da igual si me hace herida, hoy se acaba, por lo que aprovecho y me los pongo a ver si así no tengo que parar a quitar arena y consigo correr cómodo sin los dedos como encogidos como garras.

Salida, última vez que escuchamos We Will Rock You. Salgo bien, muy delante, se hacen grupos, tengo la cabeza de carrera a escasos metros. Era cierto, hoy se puede correr, pista dura, pero la sorpresa es un fortísimo viento en contra, muy fuerte. Parecemos ciclistas, mira que el desierto es grande, pues todos en grupitos, yo voy con diez corredores, hasta nos molestamos de lo juntos que vamos para intentar protegernos del viento y ahorrar las ya escasas energías. Voy bien de pulsaciones, aunque no lo puedo confirmar ya que el pulsometro sigue estropeado, se puede correr bien, es un alivio, pero me noto muy cargado de piernas y consciente que aguantar en este grupo va a ser tarea difícil, voy entre los 20 primeros.

Seguimos en grupo, pasan los kilómetros, el grupo de delante está cerca, parece siempre a la misma distancia. Voy cómodo, plano con ligera bajada y pista dura. La ambición me traiciona y tiro en solitario a contactar con el grupo de delante, paso varios minutos tirando, imposible contactar, me he equivocado. Vuelvo a cola de grupo, llegamos a zonas de arena blanda y subida, me cuesta mucho seguir el ritmo, me voy hundiendo poco a poco, finalmente me descuelgo del grupo. Deben haber pasado unos 8 kilómetros, empieza mi odisea.

Voy completamente sólo, el grupo se aleja lentamente, lucho contra el viento en solitario, es un desgaste demasiado fuerte que seguro me pasará factura. Me adelanta un corredor, me adelanta otro, finalmente sobre el KM 11 llega un grupo, en el va mi compañero de maratón: Víctor, nos saludamos, el va bien. También se aleja. Con mucho gusto me pondría a caminar, pero no puede ser, tengo pensamientos muy negativos, voy completamente roto y hundido, lucho por obligarme a mantener el ritmo. En las subidas no tiro, en la arena blanda tampoco, qué haré entonces en la zona de dunas?. Pienso en la clasificación, seguro que hoy pierdo todo lo ganado y más, en fin, tampoco es lo importante, pero como estaba progresando bien, pues hacía ilusión. Llego al avituallamiento del KM 13, faltan sólo 5 para que empiece la tortura de dunas. Sigo al mismo ritmo, me doy cuenta de que de tiempo no voy mal, pero que el esfuerzo de la primera parte me ha desgastado demasiado, probablemente si hubiera empezado más tranquilo y no hubiera atacado, estaría en el grupo de Víctor, beneficiándome de la protección de otros corredores y del ritmo del grupo.

Llegamos al inicio de mi particular infierno, veo en lo alto la fortaleza. Esto va a ser duro, arena blanda y subida, justo lo que mis piernas no soportan ya. Voy buscando el camino entre las dunas, llego a la tremenda subida, aunque corta, no hay más remedio que caminar. En lo alto de la fortaleza vuelve a estar el equipo de KTM animando, se agradece. Des de lo alto ya se ve el oasis de Khsar Ghilane, la meta. Aún está lejos, pero a la vista. Zona tremenda de dunas, alterno correr con caminar, me pasa un corredor, cojo yo a otro, por detrás vienen bastantes, me fuerzo a correr. Nunca llega, parece como si alguien lo alejara cada vez más, ¿será un espejismo?. Por fin, no puedo más, curva a la derecha y ya está el arco. Me cuelgan la medalla y me dan mi merecida camiseta de finisher. Roberto ya está allí, nos felicitamos y hacemos fotos. Salimos para animar y esperar al resto de compañeros. Viene Jordi, vamos a meta a recibirle. Vuelvo afuera para esperar a Judith, estoy preocupado, con lo que sufrió ayer, lo de hoy puede ser el remate. Llega el otro Roberto, contento y feliz. Espero, sufro pensando en cómo estará Judith, aparece Carlos en un quad, me dice que va a ver si la encuentra para decirme como va, y justo en ese momento la veo a 200 metros, me emociono, por fin llega. Foto, troto con ella hasta la meta, me dice que hoy está perfecta, todo un alivio para mí.

Fotos, celebraciones y a la piscina natural de agua termal a relajarse, que lujo!!. Ducha, comida, descanso y charla recordando la ruta, las anécdotas, y ya pensando en otras. Última cena, entrega de premios y fiesta final. Todo perfecto, como hasta ahora, organización impecable.

En lo deportivo: Judith 3:01:50 puesto 119 en la general y 14 en mujeres. Yo 2:28:03 puesto 45, pensaba que sería peor.

En la general acabamos: Judith 14:10:05 puesto 126 sobre 151 corredores, y la 17 mujer sobre 27. Yo, 11:03:24 puesto 40 sobre 151 corredores.

Siempre piensas, estoy a sólo 10 minutos del puesto 30, si no hubiera parado tanto a quitarme arena, si hubiera salido en el segundo grupo el día de la maratón, etc.. Estamos muy contentos y satisfechos con la carrera que hemos realizado, esforzándonos, dando el máximo pero regulando y siendo conservadores para llegar al final en buenas condiciones. En nuestra opinión hemos conseguido grandes puestos más teniendo en cuenta el nivel de los participantes y la dureza de la carrera. Como ejemplo decir que Roberto, con 2:45 en maratón que ya es correr y mucho, mucho, que entraría entre los 100 primeros en cualquier maratón de España, acabó en el puesto 14, muestra del nivelazo del resto de participantes y cabeza de carrera.

Roberto Algaba puesto 14 con 9:57:14
Jordi puesto 87 con 12:30:29
Roberto puesto 117 con 13:48:03

Los Escorpiones acabamos en el puesto 12, honroso lugar.

Decir que el ganador empleo un tiempo de 7:45:06 y la ganadora 9:40:13, auténticas máquinas.

Todo lo bueno se acaba, y nuestros 100 KM del Sahara también. Otra experiencia inolvidable, un reto deportivo más y más nuevas amistades con las que compartir nuestra pasión por desgastar zapatillas.

Ahora pasaremos un par de días en Djerba, de relax, recuperando fuerzas a base de sol, piscina y buena comida, preparándonos ya para nuevas aventuras.

Des de aquí un abrazo a los Robertos y a Jordi, un verdadero placer compartir con vosotros estos días.

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